Problemas y vicisitudes de un Tláhuac que ya cambió: en «Entre Nosotros»
La vida en Tláhuac ha cambiado de los años 70 del siglo pasado para acá, por lo que de ser considerada como la hermosa provincia en el Distrito Federal, «desgraciadamente no hemos sido ajenos a la explosión demográfica y ahora se tiene una gran cantidad de habitantes», consideró el doctor Eligio Antonio Hernández, durante el programa de televisión Entre Nosotros, grabado en el claustro de la iglesia de San Pedro Tláhuac, y que tuvo vida breve en un canal de cable de la región.
En galeno recuerda que en 1997 cuando fue presidente del Consejo Ciudadano de Tláhuac la lucha que mantuvieron fue contra la proliferación de unidades habitacionales, pero la cantidad de gente que ha llegado a Tláhuac en las últimas décadas ha sido «muy grande», dijo.
«Lo veíamos venir, por lo que ahora hace falta agua, vías de acceso, porque sólo tenemos una y a veces nos quedamos secuestrados, simplemente con algunas festividades, por lo que desde entonces se empezó a gestar la idea de la construcción del Metro», aunque en aquel tiempo la idea pareció un poco «lunática», refiere en su conversación con el periodista Sergio Rojas.
Recuerda que aquello de lo que quisieron blindar a Tláhuac, como fue la construcción de más unidades habitacionales, al final perdieron la lucha, sobre todo por la inseguridad, «que es la que ha crecido mucho».

El historiador Baruc Martínez Díaz
Eligio Antonio Hernández se refiere además a las festividades de Tláhuac como la feria de Tláhuac, la cual convierte a la población en un gran mingitorio.

Agustín Mendoza Palacios y demás invitados en el claustro de la iglesia de San Pedro Apóstol
En el programa dedicado a San Pedro Tláhuac, y del cual solamente pudimos rescatar tres segmentos del mismo debido a que el concepto de televisión que se tiene ahí es el de ser una mala copia del modelo de entretenimiento de lo comercial y superfluo de la industria mediática occidental, estuvieron también el historiador Baruc Martínez Díaz, el cronista de la charrería Agustín Mendoza Palacios, el gestor cultural Alberto Barranco Lozano y el trabajador del campo Gabriel Galicia Bermejo. ♦
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